lunes, 13 de agosto de 2012

Lo esencial es invisible a los ojos (II)


Leí El Principito cuando tan sólo era una niña, en ese momento no supe apreciar todo lo que este libro escondía y llevaba dentro. He oído que siempre está bien leerlo en distintas etapas de tu vida, pues siempre despertará algo distinto en ti. Este fragmento es mi favorito, es precioso, y además tiene encerradas tantas cosas…

Para empezar, pienso que “el zorro” lo utiliza para referirse a la amistad, al amigo. Cada amigo es ese zorro deseando que se le domestique, que se le de cariño, ser único entre los demás, convertirse en algo importante, especial, irremplazable para su “dueño”; pero, claramente, todo esto es recíproco. Cuando tienes un verdadero amigo, lo necesitas, lo aprecias, sientes que no hay nadie como él… Tantas personas ahí fuera y, sin embargo, tú lo has elegido a él y él te ha elegido a ti. La verdad es que es tan difícil encontrar a un buen amigo… Dicen que se cuentan con los dedos de una mano y, aún así, te sobran dedos… no podría estar más de acuerdo. Cuando somos pequeños nos empeñamos en ser amigos de todo el mundo, creemos que cualquiera es nuestro “mejor amigo” y cuanta más gente haya en nuestros cumpleaños mejor. Pienso ver que esto no es así es uno de los momentos más duros por los que tenemos que pasar, solemos darnos cuenta cuando ya nos han apuñalado cientos de veces por la espalda y cuando estamos cansados de tanto caer. Al momento, nos sentimos destrozados, con el tiempo llegamos a apreciarlo, a comprenderlo y con esto, nos valoramos más como personas y también valoramos muchísimo más a los que de verdad están ahí, a los VERDADEROS AMIGOS.


Por otra parte, pienso que “la rosa” se refiere a la persona querida, a la media naranja, a aquella que nos complementa y que nos hace feliz. Lo que hace especial a tu rosa eres tú mismo, tú y el tiempo que has gastado en mantenerla y cuidarla, en hacerla especial. Somos nosotros los que hacemos que esa rosa sea única en el mundo, despreciando a todas las demás rosas, que están vacías y carecen de sentido e importancia… Muchas veces, damos con rosas con espinas, disimulamos el dolor y nos convencemos de que es única en el mundo, que es perfecta… hasta que llega el desengaño y con éste, la decepción. Por eso, cuando encontréis vuestra rosa debéis guardarla y cuidarla, pues es vuestra, sois vosotros los que lo habéis elegido así, los que la habéis hecho especial y única.


Y para terminar… El hombre ha olvidado tantas cosas… Estamos en una etapa de DES-humanización de la que ya es difícil salir… ¿Cómo se nos han podido olvidar cosas tan importantes? La decadencia de la sociedad es cada vez más clara y mientras, nosotros, estamos preocupados por lo material, por lo lógico, por todo lo que da la espalda al corazón. Hemos perdido toda esa ilusión por todo lo que nos inyecta esas dosis de alegría, por lo que nos hace realmente felices. “Lo esencial es invisible a los ojos”. Para por un instante, respira, siente como se llenan y vacían tus pulmones, nota como el viento te acaricia, lee entre líneas, observa esas pinceladas inapreciables, déjate llevar, escucha, no oigas; logra estimar lo que verdaderamente importa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario