Todavía lo recuerdo. Me contó una vez que le hubiese gustado ser piloto de aviones. La verdad es que no le habría venido nada mal, él siempre está viajando. Y cuando digo viajando digo soñando. Suele esconderse tras ese disfraz de “chicoabsolutamentesegurodetodo” pero… juro que lo he visto desnudo y no es así. Y cuando digo desnudo no solo me refiero a sin ropa. O sí. No sé. Yo sé que cuando él camina firme, en realidad, le encantaría ir corriendo. Y que cuando me ve saltar en los charcos se ríe y se ríe, pero yo sé que él se muere por hacerlo también. Lo que él no sabe es que cuando se ríe la que muere soy yo. De amor. O no. De felicidad. También. Yo sé que más de una vez se muere por besarme, pero no lo hace por sus principios. O por miedo a los finales. Y cuando digo finales digo alturas. Quizás las cabinas de los aviones son demasiado pequeñas para dos.
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